El Jardín Pensante
¿Sabes que tienes un “jardín” dentro de tu cabeza? El Jardín del pensamiento. En la inmensa mayoría de los seres humanos este Jardín, es más bien un barbecho lleno de cardos y otras yerbas tan inservibles como perjudiciales que esquilman la tierra. Para que crezcan flores hermosas y fragantes hay que cultivar ese Jardín. Es necesario que todos los días ares la tierra: el análisis introspectivo es el arado; la riegues, la abones y siempre nuevas semillas: los buenos pensamientos son la semilla y los buenos libros el agua y el abono del jardín Pensante.
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No todos pueden ser buenos jardineros en un corto plazo de tiempo, pues no es tarea fácil la de penetrar en los astros de la mentes infantiles. Una vez que hayas visto crecer las flores en tu Jardín; que hayas aspirado su aroma y admirado su belleza, no querrás por nada del mundo haber perdido semejante experiencia. Marcharás por los caminos de la vida como una iluminada, con muchas ilusiones sin temor a la soledad ¡Oh! Stella comienza hoy mismo a cultivar tu Jardín Pensante.
No todos pueden ser buenos jardineros en un corto plazo de tiempo, pues no es tarea fácil la de penetrar en los astros de la mentes infantiles. Una vez que hayas visto crecer las flores en tu Jardín; que hayas aspirado su aroma y admirado su belleza, no querrás por nada del mundo haber perdido semejante experiencia. Marcharás por los caminos de la vida como una iluminada, con muchas ilusiones sin temor a la soledad ¡Oh! Stella comienza hoy mismo a cultivar tu Jardín Pensante.
Es mucho más fácil seguir por los caminos trillados y creer. Creer: he aquí la tragedia de los seres humanos.
Tu primo Jairo Narváez Soto
Hamburgo
